En un clima marcado por la alegría los más pequeños de la casa, se han reunido en la iglesia para poder celebrar y agradecer a Dios todo lo vivido en este curso escolar que mañana finaliza. Ha sido el momento de echar la vista atrás y con “la parábola del sembrador” reconocer todo lo bueno que durante este curso, y a día de hoy, ha dado su fruto.