El pasado 24 de mayo celebramos con intensidad y devoción la festividad de María Auxiliadora, una jornada vivida por todo lo alto en nuestra Casa Salesiana. La Virgen fue el centro de la alegría, de la oración y del encuentro fraterno en una Eucaristía cargada de emoción y fe compartida.
Tras la misa, María Auxiliadora recorrió de nuevo las calles de su barrio, derramando su bendición entre cantos, pétalos y oraciones. Poco a poco, esta celebración va contando cada vez más con la implicación de toda la casa. Este año, cerca de 60 jóvenes del Centro Juvenil Enclave acompañaron a la Virgen portando cirios que llenaron de luz su camino y embellecieron un cortejo que ya es reflejo del amor salesiano que crece en torno a Ella.
Una semana después, la fiesta continúa dando fruto. Hoy hemos hecho entrega a la Hermandad de la Soledad de todos los alimentos recogidos durante los días previos, que irán destinados a su desayuno solidario. Una muestra más de que la devoción a María Auxiliadora también se expresa en gestos concretos de caridad.