El 31 de agosto comenzamos nuestro viaje a Lisboa con mucha ilusión para vivir la experiencia de la JMJ junto a millones de jóvenes de todo el mundo. Durante esta semana, hemos realizado diferentes actividades que nos han ayudado a reflexionar. Una de las cosas que más nos llamó la atención fue el encuentro mundial salesiano, ya que pudimos conocer a jóvenes de todo el mundo movidos por Don Bosco, igual que nosotros: Angola, Taiwán, Corea… ¡fue muy bonito compartir palabras y gestos con todos ellos!
También destacamos, cómo no, nuestro encuentro con el Papa Francisco. El último día comenzamos nuestra peregrinación al Campo da Graça y, aunque no fue del todo fácil por el calor, la concentración de millones de personas, el peso de las mochilas o los kilómetros recorridos a pie, pudimos finalmente celebrar la vigilia y acampar de noche para la eucaristía final por la mañana. Sin duda, el esfuerzo final mereció la pena. Como nos dijo el Papa Francisco: «Jóvenes, no tengáis miedo».
Ha sido una experiencia enriquecedora donde hemos compartido experiencias como grupo y con otros tantos países, hemos reflexionado teniendo a Jesús presente y dando gracias por todo lo que estos días nos han aportado.
«Lo que has vivido aquí, ¿te lo vas a quedar o lo vas a compartir?»
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