El alumnado de 4º de la ESO terminó el mes de febrero con unas jornadas inolvidables en medio de la naturaleza asturiana y cántabra. Los rápidos del Sella, la brisa del monte en el Concejo de Onís, aldeas, casas rústicas, piedras talladas milenarias, parques naturales, nieve… compusieron el paisaje que durante una semana sustituyeron a nuestros habituales y familiares verdes pupitres, bolígrafos y cuadernos.
La primera postal que encontramos en nuestro viaje, acompañado de los tutores de 4º de la ESO, fue la nieve tras los primeros puertos de montaña que separan la provincia de León de Asturias. El frío, el viento, incluso la lluvia no fueron impedimentos para disfrutar del descenso del Sella y una jornada de paintball en pleno corazón de la naturaleza asturiana. Hospedados y refugiados en un impresionante hotel rural, tomábamos de base y referencia para recorrer dichas comarcas, en presencia de caseríos y explotaciones familiares queseras, ovinas, bovinas y vacunas. Pudimos disfrutar del corazón nevado de Cabárceno, en una nevada sin parangón en los últimos 40 años, adornando una estampa única para nuestro alumnado. La cueva de nuestra señora de Covadonga, junto con su basílica y los caminos naturales de Cangas de Onís fueron el broche para tres días cargados de brisa fresca, abrigos, guantes, gastronomía y aventura en la naturaleza.
Finalmente, los viajes no fueron cuestión menor, pudiendo apreciar la riqueza patrimonial de los cascos históricos y las catedrales de Salamanca y León, joyas arquitectónicas y artísticas únicas de nuestra historia. Las mejillas coloreadas por los últimos coletazos de un invierno que se resiste al calor primaveral no esconden la alegría y felicidad por los días pasados de nuestros jóvenes.
